¿Las tecnologías sanitarias están trayendo más daño que bien?

Publicado: 2020-07-15

El poder de la tecnología es ilimitado. Hoy en día, podemos hacer todo en línea, desde comprar comestibles hasta asistir a clases y pagar nuestras cuentas. Tenemos el privilegio de vivir en una época en la que la robótica y la inteligencia artificial pueden ayudarnos a establecer conexiones y facilitarnos la vida.

Algunos de estos avances tienen un impacto increíble en la medicina y el cuidado de la salud. La telemedicina y la tecnología de datos, por ejemplo, han aumentado la calidad, la seguridad y la accesibilidad de la atención médica mundial. Si bien estas herramientas han sido un poderoso impulsor del progreso médico, la nueva tecnología, sin embargo, a menudo conlleva riesgos.

Registros electrónicos de salud

Un registro de salud electrónico (EHR, por sus siglas en inglés) es la versión digital del historial médico completo de un paciente. Indica datos demográficos, medicamentos, alergias, diagnósticos, notas de progreso y otros datos clínicos administrativos esenciales para la atención de esa persona.

A diferencia de los gráficos en papel que pueden dañarse, perderse o destruirse fácilmente, los EHR se pueden respaldar y recuperar fácilmente en cualquier momento. Los EHR son fáciles de leer y actualizar, lo que reduce los riesgos de errores humanos. Los médicos y los pacientes pueden acceder fácilmente a ellos desde cualquier lugar siempre que estén conectados a Internet.

Los sistemas EHR facilitan la recopilación, el procesamiento y el análisis de datos clínicos. La información se almacena en línea a través de un sistema basado en la nube donde los médicos pueden acceder fácilmente e intercambiar notas sobre el historial completo del paciente. Esto es particularmente útil si un paciente necesita ver a un especialista o cambiar de médico. Debido a que los datos están fácilmente disponibles, los médicos pueden personalizar los tratamientos que pueden ayudar a acelerar la recuperación de un paciente.

Además, una buena gestión de datos puede evitar errores fatales causados ​​por falta de comunicación. Los errores como cirugías en el lugar equivocado o recetas incorrectas se pueden evitar si la información se proporciona de forma clara y rápida. De esta forma, se prioriza la seguridad del paciente y se potencia la eficiencia in situ.

Sin embargo, la tecnología de datos conlleva riesgos molestos. Los datos de atención médica son parte de la información más privada sobre los seres humanos, lo que los hace rentables para los fraudes de seguros y los ladrones de identidad.

En un EHR, el nombre, la dirección, el cumpleaños y el número de Seguro Social de un paciente se colocan en una sola ubicación, lo que hace que los datos sean más vulnerables a los ciberdelincuentes. Cuantos más dispositivos se conectan a una red, más expuesta se vuelve la base de datos.

Desafortunadamente, la ciberseguridad rara vez es una prioridad en la mayoría de los hospitales. La falta de medidas defensivas puede causar importantes filtraciones en los datos de los pacientes, lo que puede generar problemas legales y empañar la imagen general del hospital.

telemedicina

La telemedicina es la prestación de servicios de atención médica a través de tecnologías de telecomunicaciones que incluyen correo electrónico, mensajería, teléfono o video. Es particularmente útil en situaciones en las que el paciente no puede visitar un centro de atención médica en persona.

La distancia, los costos de viaje y la escasez de médicos pueden limitar el acceso de un paciente a la atención médica. Afortunadamente, la telemedicina puede superar estas barreras.

Los pacientes de áreas rurales y comunidades desfavorecidas simplemente tienen que programar una consulta en línea en lugar de hacer múltiples viajes al hospital. Al comunicarse con su médico en su teléfono inteligente o computadora, puede ahorrar dinero en gasolina, estacionamiento y transporte público. También puede evitar los atascos de tráfico que podrían hacer que llegue tarde a su cita.

La telemedicina facilita que los pacientes discapacitados y/o ancianos reciban atención desde la privacidad de sus propios hogares. Ir al consultorio médico significa estar expuesto a diferentes enfermedades. Esto puede ser peligroso para pacientes con condiciones frágiles. La telemedicina elimina el riesgo de infecciones y mantiene seguros a los pacientes.

Si bien la telemedicina tiene sus puntos fuertes, también presenta sus propios inconvenientes.

La telemedicina puede ser costosa de instalar y mantener. Los hospitales y las clínicas deben contar con el hardware, el software y la conexión a Internet necesarios en el lugar para garantizar la eficiencia. También deben tener en cuenta el tiempo de capacitación y los costos para los médicos. Como tal, esta tecnología puede ser demasiado costosa para las instalaciones de atención médica más pequeñas. Del mismo modo, los pacientes que no tengan acceso a dispositivos digitales y/o Wi-Fi no podrán aprovechar este servicio.

Al igual que los EHR, la telemedicina presenta riesgos de privacidad para pacientes, proveedores y compañías de seguros. Los chats y los correos electrónicos no siempre son seguros. Las aplicaciones médicas y las plataformas de terceros suelen ser vulnerables a los fraudes y los piratas informáticos. Sin las medidas de seguridad adecuadas, el historial médico y la información personal de un paciente pueden caer fácilmente en manos equivocadas.

¿Vale la pena correr riesgos con la tecnología?

En una industria sensible como la atención médica, es importante preguntarse si la introducción de más tecnología traerá más daños que beneficios.

Si bien los EHR y la telemedicina pueden generar problemas financieros y de seguridad, sus ventajas superan los riesgos potenciales. Al mismo tiempo, conocer y prepararse para estos riesgos es una importante responsabilidad de los proveedores médicos. Para aprovechar al máximo estas tecnologías emergentes, los médicos deben saber cómo usarlas de manera segura y adecuada.

Cuando se trata de ciberseguridad, la industria de la salud necesita asociarse con empresas de tecnología para brindar la máxima protección de datos. La compra de herramientas de encriptación, la habilitación de la autenticación de dos factores y el cambio de contraseñas con regularidad pueden limitar su vulnerabilidad frente a los ciberdelincuentes. Tener una estrategia integral de implementación de respaldo de datos puede facilitar la recuperación en casos de fallas o ataques maliciosos.

Además, los hospitales necesitan ampliar su alfabetización digital. Muchos médicos aún piensan en las nuevas tecnologías como gastos innecesarios. Conocer los retornos positivos de la digitalización puede impulsar a más proveedores a invertir en las herramientas y el software adecuados.

Las innovaciones tecnológicas en el cuidado de la salud pueden hacer la vida más fácil tanto para el proveedor como para el paciente. Cuando se usan de manera responsable, pueden producir mejores resultados de salud y salvar tantas vidas como sea posible.

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