Construyendo Ciudades Inteligentes Un Edificio Inteligente a la Vez

Publicado: 2022-02-08

Las ciudades densamente pobladas enfrentan una plétora de desafíos difíciles a medida que su población continúa aumentando. A medida que más personas migran a lugares urbanos, los recursos, el espacio y la cobertura médica disponibles se vuelven más limitados. Afortunadamente, existen soluciones modernas que las organizaciones gubernamentales pueden utilizar para superar estos crecientes obstáculos. La idea de las “ciudades inteligentes” es una opción nueva y emocionante que puede resultar ser justo lo que estas ciudades necesitan para seguir prosperando. Los edificios inteligentes que se basan en las últimas tecnologías conectadas son el corazón del concepto. El objetivo final es mejorar la calidad de vida mientras se reduce la demanda de recursos.

En teoría, las tecnologías de Smart City podrían usarse para mejorar muchos aspectos diferentes de la vida urbana. Podría afectar la forma en que una persona vive tan fácilmente como la forma en que se gestiona el tráfico. Los resultados reales dependerán de las aplicaciones específicas utilizadas en los edificios inteligentes y el objetivo final del planificador. Hay millones de edificios en todo el país que podrían beneficiarse de estas mejoras.

Esos mismos edificios también son responsables de un gran porcentaje del uso de energía del país. Algunos edificios ya han dado un paso hacia el futuro apoyándose en conceptos revolucionarios como el Internet de las cosas (IoT). La idea es conectar sistemas y funciones que tradicionalmente no están conectados. Al permitir alguna forma de comunicación de datos entre sistemas independientes y luego usar esos datos para automatizar procesos, el propietario de un edificio podría reducir enormemente el desperdicio de energía.

Los dos ejemplos más obvios de esta funcionalidad son la iluminación y el control de temperatura. Los edificios inteligentes con sistemas internos conectados a IoT podrían automatizar el control de la iluminación y la temperatura según los datos proporcionados por los sensores. Sin una fuerte dependencia de la intervención humana, el sistema experimentaría una eficiencia mucho mayor y desperdiciaría mucha menos energía.

Reducir el desperdicio de energía y ahorrar dinero son solo dos de los beneficios clave relacionados con los edificios inteligentes. La tecnología también tiene el potencial de mejorar en gran medida la calidad de vida de los ocupantes. Por ejemplo, en un día con una cobertura de nubes mínima, los sensores UV detectarían el brillo y atenuarían las ventanas automáticamente gracias a la comunicación IoT. La temperatura se puede controlar automáticamente según la temperatura exterior o la ocupación de la habitación. Pequeñas mejoras como estas podrían, en última instancia, aumentar la productividad de los empleados o estudiantes.

Los pasos necesarios para pasar de un edificio tradicional a un edificio inteligente conectado a IoT suelen ser más rápidos y asequibles que una remodelación importante. Hay varias empresas establecidas que ayudan a los propietarios de edificios a hacer la transición con una comprensión de la tecnología que se está utilizando. Lucid es una de las marcas más conocidas en el campo y opera junto con la Iniciativa Global Clinton para dirigir el programa Ciudades Conectadas.

El objetivo principal de Connected Cities es ayudar a 100 puntos de acceso urbano diferentes a implementar conectividad en su infraestructura. También tienen como objetivo ayudar a los propietarios de edificios a comprender mejor las tecnologías inteligentes para que sepan cómo invertir adecuadamente en el futuro. Hay tres elementos fundamentales en los que los propietarios de edificios deben centrarse para mejorar la sostenibilidad y la eficiencia a largo plazo.

  1. Capital

Los propietarios de edificios deben eliminar los sistemas obsoletos e implementar tecnologías conectadas para administrar el capital a gran escala.

  1. Operaciones

Los propietarios de edificios deben aplicar medidas analíticas a los datos acumulados para reducir el uso de recursos en un edificio en al menos un 15 por ciento.

  1. Comportamiento

Los propietarios de edificios deben enseñar a los inquilinos sobre prácticas eficientes y recompensar el comportamiento ideal

Muchos propietarios de edificios comienzan con un enfoque en el capital y comienzan a actualizar los sistemas obsoletos cuando sea posible. Sin embargo, algunos expertos creen que un mejor punto de partida sería identificar los sistemas existentes que podrían usarse de manera más eficiente mientras se enseña a los inquilinos buenos hábitos.

A mayor escala, uno de los primeros pasos para una ciudad sería impulsar una mayor producción de datos para análisis. Tener más datos disponibles para analizar hará que sea mucho más fácil identificar patrones de uso ineficientes. Las fuentes de datos existentes se pueden utilizar, pero con mayor frecuencia, para obtener una imagen completa.

Esto es exactamente lo que algunos edificios ya están haciendo gracias al equipo proporcionado por Lucid. Por ejemplo, hay propietarios de edificios que recopilan lecturas de medidores con una frecuencia mucho mayor para evitar cargos de energía en horas pico. Los cargos adicionales aplicados durante las horas pico pueden aumentar la factura de energía en más del 30 por ciento.

Algunas organizaciones ya han comenzado a utilizar la tecnología a una escala aún mayor. El Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley recopila datos de un total de 26 edificios diferentes a través de múltiples sistemas. Estos datos se utilizaron para reducir el consumo de gas natural a la mitad después de solo 60 días. La recopilación de datos reveló una cantidad significativa de energía desperdiciada, como momentos durante la noche en que el edificio estaba vacío pero se calentaba automáticamente.

La gestión de la eficiencia puede estar en el corazón de la tecnología, pero no es la única función. Si las aplicaciones se centraran únicamente en la eficiencia, la calidad de vida en los edificios disminuiría significativamente. La tecnología puede funcionar con múltiples conceptos, incluidos salud, comodidad y productividad.

Muchas ciudades dudan en comprometerse con los avances debido al costo. Sin embargo, las ciudades están descubriendo que los ahorros mejorados por una mayor eficiencia son un activo valioso que se puede utilizar de muchas maneras diferentes. Invertir millones en la implementación de tecnología de construcción inteligente genera ahorros que pueden convertirse en inversiones que eventualmente eclipsan el costo inicial de la actualización. En última instancia, las ciudades inteligentes aumentan la eficiencia, mejoran la calidad de vida y aumentan la financiación pública a largo plazo.

Orlando es una de las últimas ciudades en realizar una importante inversión en tecnología Smart City. Recientemente han desviado $ 20 millones hacia la tecnología. Los resultados de este movimiento, sin duda, animarán a otras ciudades en un futuro próximo a realizar inversiones similares. Es muy probable que veamos muchas más ciudades dar el paso en un futuro cercano y abrazar el progreso.

Las ciudades de todo el país continúan creciendo y evolucionando, lo queramos o no. Ese crecimiento tendrá un impacto innegable en el trabajo y la vida de las personas que viven en esa zona. Una de las pocas formas en que podemos garantizar que tenga un impacto positivo es hacer que nuestras ciudades sean más inteligentes. Podemos hacer realidad ese sueño paso a paso con un edificio inteligente tras otro.