Construyendo para el futuro: 12 estrategias para crear una infraestructura de TI resiliente
Publicado: 2024-03-27A medida que aumenta nuestra dependencia de las tecnologías digitales, construir una infraestructura de TI resiliente es de suma importancia. Las investigaciones muestran que el 80% de los administradores de TI han experimentado algún tipo de interrupción en los últimos tres años, lo que ha impactado sustancialmente en los ingresos. Según Forrester, el 56% de los líderes de TI están sufriendo caídas de ingresos debido al tiempo de inactividad de la tecnología. Afortunadamente, existen medidas que puede implementar para incorporar resiliencia en su infraestructura de TI y minimizar la frecuencia y gravedad de las interrupciones.
1. Considere un enfoque de infraestructura híbrida
Al considerar un enfoque de infraestructura híbrida, básicamente se busca combinar la infraestructura local con soluciones basadas en la nube. Puede aprovechar los beneficios de ambos entornos y al mismo tiempo mitigar sus limitaciones individuales.
En una configuración híbrida, puede mantener los datos confidenciales en las instalaciones mientras utiliza la nube para tareas informáticas intensivas o para manejar cargas de trabajo fluctuantes.
Su infraestructura híbrida debe incluir una conectividad sólida entre los entornos locales y de nube, lo que garantiza una comunicación y transferencia de datos fluidas. Esto podría implicar la configuración de conexiones VPN seguras o el uso de servicios de interconexión dedicados proporcionados por proveedores de la nube como AWS Direct Connect o Azure ExpressRoute.
2. Diseñar e implementar redes tolerantes a fallos
Las redes tolerantes a fallas tienen como objetivo minimizar el tiempo de inactividad mediante el diseño de protocolos y componentes de red redundantes que puedan resistir fallas sin interrumpir los servicios.
Un aspecto clave de las redes tolerantes a fallos es la redundancia a nivel de hardware. Esto implica implementar múltiples dispositivos de red, como conmutadores, enrutadores y equilibradores de carga en una configuración redundante. Por ejemplo, puede utilizar tecnologías como el Protocolo de redundancia de enrutador virtual (VRRP) o el Protocolo de enrutador de reserva activa (HSRP) para garantizar una conmutación por error perfecta en caso de fallas del dispositivo.
Además, empleará protocolos y técnicas como Link Aggregation (LACP) para agrupar múltiples enlaces de red. Las rutas redundantes y los protocolos de enrutamiento dinámico, como OSPF o BGP, ayudan a garantizar que el tráfico pueda redirigirse automáticamente para evitar fallas en la red.
3. Utilice tecnologías de contenedorización
Las tecnologías de contenedorización como Docker y Kubernetes ofrecen un enfoque resistente para implementar y administrar aplicaciones encapsulándolas en contenedores livianos y portátiles. Los contenedores brindan aislamiento, escalabilidad y coherencia en diferentes entornos, lo que los hace ideales para construir infraestructuras de TI resistentes.
Con la contenedorización, puede empaquetar sus aplicaciones junto con sus dependencias en unidades autónomas que pueden ejecutarse de manera consistente en varias plataformas. Esto simplifica la implementación y reduce la probabilidad de problemas de compatibilidad, mejorando la resistencia de sus aplicaciones.
4. Realizar análisis periódicos de impacto empresarial (BIA)
Una actividad de BIA implica evaluar el impacto potencial de las interrupciones de sus sistemas y servicios de TI en las operaciones de su organización. Para realizar un BIA, identifique procesos, sistemas y recursos comerciales críticos y evalúe las posibles consecuencias del tiempo de inactividad o fallas.
Su proceso de BIA debe involucrar a partes interesadas clave de varios departamentos para garantizar una cobertura y comprensión integrales de las prioridades comerciales. Cuantifique los impactos financieros, operativos y reputacionales de las disrupciones para que pueda priorizar las inversiones en medidas de resiliencia.
A través del proceso BIA, identificará objetivos de tiempo de recuperación (RTO) y objetivos de punto de recuperación (RPO) para sistemas y servicios críticos, guiando el desarrollo de sus planes de continuidad y recuperación.
5. Actualice su plan de respuesta a incidentes
Los planes de respuesta a incidentes (IRP) describen los procedimientos y protocolos a seguir al responder y mitigar incidentes de seguridad e interrupciones en los servicios de TI. Para mantener su IRP actualizado, revíselo y perfeccionelo periódicamente en respuesta a los cambios en su entorno de TI, las amenazas emergentes y las lecciones aprendidas de incidentes pasados.
Su IRP actualizado debe incluir procedimientos de escalamiento claros, roles y responsabilidades definidos para los miembros del equipo de respuesta a incidentes y canales de comunicación predefinidos para informar y coordinar los esfuerzos de respuesta. También debe incorporar herramientas y técnicas de detección y análisis de incidentes para permitir respuestas oportunas y efectivas a eventos de seguridad.
Los ejercicios regulares de prueba y simulación, como ejercicios prácticos y escenarios de equipo rojo/equipo azul, ayudan a validar la efectividad de su IRP e identificar áreas de mejora.
6. Pasar a la virtualización desde el hardware físico
Si bien se trata de una transformación importante, considere la posibilidad de realizar la transición de servidores tradicionales a entornos virtualizados para aumentar la resiliencia de la infraestructura de TI. Aquí, varias máquinas virtuales (VM) se ejecutan en un único hardware de servidor físico. Componentes como las redes también se pueden virtualizar mediante tecnología definida por software.
La virtualización ofrece numerosos beneficios para la resiliencia, por ejemplo, una mejor utilización de los recursos, una escalabilidad más sencilla y capacidades mejoradas de recuperación ante desastres. Abstraer los recursos de hardware de la infraestructura física subyacente permite un rápido aprovisionamiento, migración y conmutación por error de las máquinas virtuales.
Su estrategia de virtualización puede involucrar tecnologías como VMware vSphere, Microsoft Hyper-V o soluciones de código abierto como KVM y Xen.
7. Monitorear el tráfico mediante sistemas de detección de intrusiones (IDS)
Los sistemas de detección de intrusiones (IDS) son herramientas de seguridad que monitorean el tráfico de la red en busca de actividades sospechosas y posibles amenazas a la seguridad. Su implementación de IDS puede incluir IDS basado en red (NIDS), que analiza el tráfico de red en puntos estratégicos, e IDS basado en host (HIDS), que monitorea la actividad en servidores y puntos finales individuales.
Las soluciones IDS utilizan técnicas de detección basada en firmas, detección de anomalías y análisis de comportamiento para identificar amenazas conocidas y patrones anormales de actividad. Ajuste su configuración de IDS para minimizar los falsos positivos y garantizar una respuesta eficiente a los incidentes de seguridad.
La integración de IDS con sus procedimientos de respuesta a incidentes y su centro de operaciones de seguridad (SOC) permitirá una coordinación perfecta durante los eventos de seguridad para que pueda salvaguardar la resiliencia y la integridad de su infraestructura de TI.
8. Invierta en documentación y gestión del conocimiento
La documentación abarca todos los aspectos de su infraestructura de TI, incluidas configuraciones de red, arquitecturas de sistemas, dependencias de aplicaciones y procedimientos operativos.
Su documentación debe ser detallada, actualizada y accesible para las partes interesadas relevantes dentro y fuera de su organización, incluidos los MSP y los proveedores. Debe cubrir los procedimientos de instalación, los ajustes de configuración, las guías de solución de problemas y las mejores prácticas para mantener y proteger sus sistemas y servicios de TI.
Los sistemas de gestión del conocimiento, como wikis, bases de conocimiento y repositorios de documentación, proporcionan plataformas centralizadas para almacenar, organizar y recuperar información crítica. Permiten a los miembros del equipo encontrar soluciones y tomar decisiones informadas durante eventos adversos para que la resiliencia de su infraestructura de TI no se vea afectada.
9. Incorpore ejercicios del equipo rojo en los flujos de trabajo de TI
Los ejercicios del equipo rojo implican la simulación de ciberataques y violaciones de seguridad del mundo real para evaluar la eficacia de las defensas de su organización. Un equipo de profesionales de seguridad capacitados (el Equipo Rojo) intenta violar su organización utilizando diversas tácticas, técnicas y procedimientos (TTP) empleados por atacantes reales. Su objetivo es descubrir debilidades en su postura de seguridad y resaltar áreas de mejora.
Estos ejercicios pueden simular una variedad de escenarios de ataque, por ejemplo, infiltración de red, ingeniería social y exploits a nivel de aplicación. Debe realizarse en un entorno controlado con reglas de participación predefinidas y una estrecha coordinación con su equipo de seguridad interno.
Después del ejercicio, realice una sesión informativa y un análisis exhaustivos para evaluar los hallazgos, identificar brechas en sus defensas y desarrollar estrategias de remediación.
10. Elija la arquitectura de microservicios para sus aplicaciones
La arquitectura de microservicios es un enfoque arquitectónico que descompone las aplicaciones en servicios más pequeños y poco acoplados que se pueden desarrollar, implementar y escalar de forma independiente. Como resultado, obtendrá agilidad, escalabilidad y resiliencia en su infraestructura de TI.
Una arquitectura de microservicios también le permite adoptar principios como la tolerancia a fallos, la degradación gradual y la resiliencia distribuida. Esto se debe a que puede implementar patrones de resiliencia como disyuntores, reintentos y mecanismos de respaldo para mantener la disponibilidad del servicio en condiciones adversas.
11. Sube de nivel de DevOps a ElasticOps
ElasticOps es una evolución de DevOps que enfatiza la elasticidad, escalabilidad y automatización en las operaciones de TI.
En ElasticOps, usted prioriza la elasticidad y la escalabilidad al diseñar su infraestructura para que se adapte automáticamente a las cargas de trabajo cambiantes y las demandas de recursos. Aprovecha las tecnologías nativas de la nube y las plataformas de inteligencia artificial para aprovisionar, escalar y gestionar recursos de forma dinámica, optimizando la rentabilidad y el rendimiento.
La automatización desempeña un papel central en ElasticOps, ya que le permite automatizar tareas rutinarias, implementaciones y operaciones de escalado utilizando herramientas como Ansible, Terraform y Chef.
12. Mantener la redundancia geográfica
Para impulsar la resiliencia, las organizaciones necesitan replicar recursos y servicios de TI críticos en múltiples ubicaciones geográficas para mitigar el riesgo de fallas, desastres e interrupciones localizadas.
La redundancia geográfica garantiza capacidades de alta disponibilidad, resiliencia y recuperación ante desastres para su infraestructura y aplicaciones de TI.
Identificará centros de datos clave, regiones de nube y puntos de presencia de red (PoP) ubicados estratégicamente en diferentes regiones geográficas. Al distribuir su infraestructura en múltiples ubicaciones, minimiza el impacto de los eventos locales.
La redundancia geográfica abarca la redundancia en múltiples niveles de la pila de infraestructura, incluidas las redes, el almacenamiento, la informática y la replicación de datos. Implementará tecnologías como equilibrio de carga global, replicación multirregional y orquestación de recuperación ante desastres para garantizar una conmutación por error perfecta y la continuidad de las operaciones para una mayor resiliencia de TI.
Conclusión
En última instancia, una infraestructura de TI resiliente es esencial tanto para la tecnología como para los resultados empresariales. Dado que los sistemas digitales se están convirtiendo cada vez más en la columna vertebral de las organizaciones medianas y grandes, invertir en las estrategias adecuadas puede evitar que las interrupciones afecten sus ingresos y el costo de las medidas reactivas posteriores al incidente.