Adicción a sustancias: realidad o ficción

Publicado: 2023-07-19

El debate sobre el potencial adictivo del kratom ha sido objeto de controversia en los últimos años. Este artículo tiene como objetivo proporcionar una visión general objetiva del conocimiento y la evidencia actuales sobre las propiedades adictivas del kratom, separando la realidad de la ficción. Como siempre, es importante comprar kratom de las mejores marcas de kratom en 2023.

Entendiendo los alcaloides del Kratom

Antes de sumergirnos en la realidad versus la ficción, es importante comprender a fondo los alcaloides del Kratom para tener una imagen clara sobre el kratom. Comprender los alcaloides presentes en el kratom es esencial para comprender los efectos de la planta y su impacto potencial en el cuerpo. A continuación, profundizamos en los dos alcaloides principales que se encuentran en el kratom (mitraginina y 7-hidroximitraginina) y sus interacciones con los receptores opioides del cuerpo.

Mitraginina: el alcaloide primario

La mitraginina es el alcaloide más abundante del kratom y es responsable de muchos de los efectos de la planta. Funciona como un agonista parcial de los receptores opioides mu del cerebro, lo que produce alivio del dolor y efectos analgésicos. La interacción con estos receptores también contribuye a la capacidad del kratom para producir sensaciones de relajación y euforia.

Sin embargo, la mitraginina se diferencia de los opioides tradicionales en aspectos importantes. Exhibe un efecto techo, lo que significa que en dosis más altas, los efectos se estabilizan y no continúan intensificándose. Esta propiedad hace que sea menos probable que los usuarios experimenten depresión respiratoria potencialmente mortal, que es la principal causa de muerte por sobredosis de opioides.

7-hidroximitraginina: potencia e impacto

La 7-hidroximitraginina es otro alcaloide clave que se encuentra en cantidades más pequeñas pero es excepcionalmente potente. También actúa como agonista parcial de los receptores opioides mu, lo que produce analgesia y sedación. Este alcaloide es responsable de algunos de los efectos más potentes del kratom y puede contribuir a su potencial de dependencia cuando se usa con frecuencia y en dosis altas.

Alcaloides y su unión a receptores

Los alcaloides del kratom interactúan con múltiples receptores en el cerebro, incluidos los receptores opioides mu, opioides kappa y opioides delta. Estas interacciones modulan la liberación de neurotransmisores, lo que da lugar a diversos efectos que experimentan los usuarios de kratom.

Receptores opioides mu: la activación de los receptores opioides mu por los alcaloides del kratom produce alivio del dolor, euforia y relajación. Sin embargo, como agonistas parciales, los alcaloides del kratom no inducen el mismo nivel de depresión respiratoria que los agonistas opioides completos como la morfina o la heroína.

Receptores opioides kappa: los alcaloides del kratom también interactúan con los receptores opioides kappa, lo que contribuye a sus efectos psicotrópicos y ansiolíticos. Estas interacciones pueden ayudar a explicar el potencial del kratom para mejorar el estado de ánimo y aliviar la ansiedad.

Receptores delta-opioides: el papel de los receptores delta-opioides en los efectos del kratom es menos comprendido. Las investigaciones sugieren que estos receptores pueden desempeñar un papel en la modulación de los efectos analgésicos y anticonvulsivos.

El “efecto bifásico” del Kratom

Los alcaloides del Kratom exhiben lo que se conoce como "efecto bifásico", lo que significa que los efectos pueden variar según la dosis consumida. En dosis más bajas, el kratom tiende a producir efectos estimulantes y energizantes, lo que lo hace más parecido a un estimulante. Por otro lado, en dosis más altas, los efectos sedantes y analgésicos se vuelven más pronunciados, dando como resultado una experiencia más relajante.

Ficción: el kratom causa una adicción grave

Uno de los conceptos erróneos más frecuentes en torno al kratom es la creencia de que inevitablemente conduce a una adicción grave, comparable a los opioides u otras sustancias potentes. Sin embargo, esta afirmación simplifica demasiado la naturaleza compleja de los efectos del kratom y no reconoce las diferencias significativas entre el kratom y los opioides tradicionales. En esta sección, exploraremos los matices del potencial adictivo del kratom y por qué no causa una adicción grave en todos los casos.

La confusión surge a menudo al equiparar la dependencia física con la adicción. Si bien los dos conceptos están relacionados, no son sinónimos. La dependencia física es una respuesta fisiológica natural a determinadas sustancias, incluido el kratom. Cuando el cuerpo se acostumbra a la presencia de una sustancia, puede desarrollar tolerancia, lo que requiere dosis más altas para lograr los mismos efectos. Cuando alguien que ha desarrollado dependencia física del kratom deja de usarlo abruptamente, puede experimentar síntomas de abstinencia.

Por otro lado, la adicción involucra aspectos psicológicos y conductuales, caracterizados por un comportamiento compulsivo de búsqueda de drogas y su uso continuo a pesar de las consecuencias negativas. No todas las personas que se vuelven físicamente dependientes del kratom desarrollan conductas adictivas o luchan contra antojos incontrolables.

Hecho: El potencial de dependencia del Kratom

Kratom posee cierto potencial de dependencia, especialmente con el uso frecuente y en dosis altas. Los consumidores a largo plazo pueden desarrollar tolerancia y requerir dosis más altas para lograr los efectos deseados. El cese abrupto después del uso regular puede provocar síntomas de abstinencia, que pueden incluir irritabilidad, ansiedad, dolores musculares e insomnio. Sin embargo, la gravedad de la abstinencia es generalmente más leve que la que se experimenta con los opioides.

Hecho: Retiro de Kratom

La abstinencia puede ocurrir entre usuarios prolongados de kratom durante un período de tiempo. Sin embargo, es fundamental diferenciar entre dependencia física y adicción. La dependencia física es una respuesta fisiológica natural a sustancias como el kratom y puede ocurrir con varios medicamentos. La adicción, por otro lado, implica un comportamiento compulsivo de búsqueda de drogas y consecuencias negativas debido al consumo de drogas.

Ficción: el kratom provoca sobredosis

Uno de los mitos más generalizados que rodean al kratom es la creencia de que puede provocar sobredosis potencialmente mortales, similares a los opioides tradicionales. Sin embargo, esta idea errónea pasa por alto diferencias cruciales en la farmacología y la toxicidad entre el kratom y los opioides. En esta sección, exploraremos por qué el kratom no suele causar sobredosis y cómo el uso responsable puede mitigar aún más cualquier riesgo potencial.

Los opioides y el kratom pueden compartir algunas similitudes en sus efectos debido a su interacción con los receptores opioides en el cerebro. Sin embargo, la distinción clave radica en la activación de estos receptores. Los opioides tradicionales, como la morfina o la heroína, son agonistas completos de los receptores opioides, lo que significa que estimulan los receptores a su máxima capacidad, lo que produce una analgesia potente, pero también la posibilidad de una depresión respiratoria potencialmente mortal.

El kratom, por otro lado, contiene agonistas parciales de los receptores opioides, como la mitraginina y la 7-hidroximitraginina. Estos alcaloides estimulan los receptores de forma limitada, lo que produce efectos más matizados. Es importante destacar que los agonistas parciales no inducen el mismo nivel de depresión respiratoria que los agonistas completos, lo que reduce significativamente el riesgo de sobredosis mortal.

Otro factor crucial en el perfil de seguridad del kratom es su efecto techo. A diferencia de los opioides, el kratom presenta rendimientos decrecientes en dosis más altas. Una vez que se alcanza un cierto umbral de dosis, tomar más kratom no intensificará los efectos. Esta limitación inherente disminuye aún más la probabilidad de sufrir una sobredosis de kratom.

Regulación y educación

El debate actual sobre el potencial adictivo del kratom destaca la importancia del uso, la regulación y la educación responsables. Los defensores argumentan que una regulación adecuada podría garantizar la calidad del producto, minimizar la adulteración y proteger a los consumidores. Creen que un mercado de kratom bien regulado podría proporcionar una alternativa más segura a los opioides para el tratamiento del dolor.

Descripción general de la adicción al kratom

El debate sobre el potencial adictivo del kratom es complejo y multifacético. Si bien el kratom tiene el potencial de generar dependencia física, no conduce universalmente a una adicción grave. Es necesario un uso responsable, educación y más investigación para comprender completamente los beneficios y riesgos del kratom. Como ocurre con cualquier sustancia, los consumidores deben abordar el kratom con precaución y buscar orientación de profesionales de la salud. Lograr un equilibrio entre la libertad individual, la regulación y la seguridad del consumidor será crucial para dar forma al futuro de la legalidad y accesibilidad del kratom cuando se busque comprar kratom en polvo en línea.